sábado, 18 de agosto de 2007

La Escuela

La escuela El Eneagrama tiene sus raíces en el verdadero esoterismo, sus conceptos han sido tomados del antiguo conocimiento esotérico. Pretende desarrollar todos los lados del ser humano, primero volviéndolo humano y consciente de su posición aquí abajo en la tierra, para que sienta su nadidad con respecto al Todo Vivo. Esta enseñanza se propone que el hombre común venza la dependencia del mundo exterior viviendo en medio de él, es decir que deje de reaccionar y ser controlado por los eventos exteriores a él, que mediante esfuerzos intencionales y conscientes cree algo superior dentro de sí, y sea esto lo que dirija y gobierne las acciones del hombre de carne. Como ejemplo el hombre común es como una orquesta sinfónica sin director, ahora va hacia un lado, luego hacia al otro, está conformado por muchos yos que proceden de acuerdo al gusto y deseo y pasan de amar a aborrecer, de gustar a no gustar, etc., si escuchamos a una orquesta sin director será puro ruido, incluso molesto, en realidad estará desarmonizada, por el contrario si hay alguien quien dirija la actuación el resultado será una melodía armoniosa. En el hombre esto corresponde al desarrollo de lo más interno, la voluntad o Yo soy, es decir, se tiende a la fusión de los yos que mantienen al hombre desunido, logrando su unidad. Del mismo modo que el maestro Jesús enseñaba en la vida misma, sin tener que partir hacia un monasterio, esta Escuela sigue el mismo criterio. Cierto es que enseñaba un camino diferente a los tres tradicionales, el del faquir, del monje y el del yogui. G. I. Gurdjieff lo llamó el Cuarto Camino y la Escuela El Eneagrama utiliza los conceptos, ideas y lenguaje en la misma forma que los usan las escuelas del Cuarto Camino. Sin embargo persigue, como objetivo principal, que el trabajo sobre sí sirva para posibilitar al hombre y la mujer contemporáneos de que dejen de envenenarse y envenenar su entorno y todo lo creado, debido a las bajas vibraciones provenientes del buscar sólo su bienestar, de los estados negativos y del sufrimiento inútil al hacerse las víctimas, mismas que son transmitidas a través del aire, poniéndose en vez de éstas bajo mejores influencias, es decir bajo vibraciones superiores, las del círculo de la humanidad consciente. Para el logro de sus objetivos el trabajo en la Escuela consiste en tornar consciente al hombre y la mujer contemporáneos de su lado oscuro, haciéndolos comprender que la idea esotérica de que el hombre está hecho a imagen de Dios se refiere a que el hombre es un universo en pequeño y por lo tanto todo, bueno y malo viven dentro de él, lo importante es lograr la armonía entre Dios y el diablo interiores al hombre, entre la parte femenina y masculina, entre el hombre exterior y el hombre interior. Con lo anterior los seres que trabajan sobre sí cambian sus densas vibraciones por otras mejores, las que enmarca esta Enseñanza, ya que se abstendrán de criticar, juzgar y condenar a sus semejantes dado que se dan cuenta que lo que está falseado en los demás también vive en ellos y su trabajo se dirigirá a volverlo pasivo.

Héctor Olvera

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